En el mundo del SEO, la producción masiva de contenido, ya sea mediante inteligencia artificial o métodos tradicionales, está siendo objeto de un análisis profundo por parte de Google. En un reciente comunicado, Danny Sullivan, portavoz de Google Search, dejó claro que no se trata únicamente de la técnica utilizada para crear contenido, sino de la intención y el valor que este aporta al usuario.
La preocupación principal de Google es que la calidad del contenido esté en peligro debido a una producción en masa que carece de sustancia real.
La generación de contenido automatizado no es un fenómeno nuevo, y Google ha estado lidiando con este problema desde hace tiempo. Históricamente, los creadores de contenido han buscado maneras de llenar la web con artículos que, aunque en apariencia pueden parecer útiles, a menudo no ofrecen nada más que palabras vacías. En la actualidad, la automatización ha hecho que este proceso sea más accesible, pero el resultado puede ser el mismo: un exceso de contenido sin valor añadido.
Las nuevas directrices de calidad de Google
Las Quality Rater Guidelines de Google han sido actualizadas para reflejar esta problemática. Ahora, el contenido generado por IA puede ser catalogado como de la «más baja calidad» si no cumple con ciertos criterios. Los evaluadores de calidad de Google están capacitados para identificar contenido que no aporta valor, independientemente de si fue creado por un ser humano o por una máquina. Sullivan subraya que el problema no radica en la herramienta utilizada, sino en el objetivo detrás de la creación de contenido. Si el único fin es mejorar el posicionamiento en los resultados de búsqueda, Google lo detectará y tomará las medidas adecuadas.
Este escenario recuerda a los días en que los sitios web inundaban sus páginas con enlaces de directorios, prácticas que están volviendo a surgir, pero ahora en forma de contenido generado por IA. La búsqueda de estrategias rápidas para escalar posiciones en el ranking puede llevar a resultados contraproducentes, y Google está decidido a actuar en consecuencia.
El papel de la IA en el futuro del contenido
A pesar de las preocupaciones, no todo está perdido para la inteligencia artificial en el ámbito del contenido. Google no está en contra de la IA, sino que busca evitar un exceso de material sin calidad. Sullivan proporciona un ejemplo donde los resúmenes automáticos de reseñas en Amazon son útiles, ya que condensan opiniones genuinas y ofrecen claridad al lector. Este tipo de contenido tiene un valor real y es lo que Google quiere fomentar.
Una cuestión clave que los creadores de contenido deben plantearse es: ¿estoy publicando para mis lectores o para el algoritmo de Google?
Si la respuesta es que el contenido no aporta nada a un lector humano, entonces es probable que no tenga cabida en la web. Es un mensaje directo, pero necesario en la era digital actual.
¿Valor real o solo apariencia?
Un fenómeno interesante es cómo quienes defienden el uso de contenido generado por IA cambian su perspectiva cuando se trata de temas que dominan. La falta de profundidad se hace evidente, ya que la IA simplemente genera texto basado en patrones sin comprender el contexto. Esto lleva a la ilusión de que el contenido es relevante, pero al profundizar, la falta de sustancia se vuelve clara.
Antes de pulsar publicar, reflexiona
Sullivan propone dos preguntas fundamentales que deben ser consideradas antes de generar contenido:
- ¿Este contenido realmente beneficiará a los lectores?
- ¿Lo estoy haciendo por el algoritmo o por el público?
Si las respuestas a estas preguntas generan dudas, es probable que el contenido no cumpla con los estándares de calidad deseados. No se trata de prohibir la IA, sino de utilizarla de manera responsable. La clave está en escribir para las personas y no solo para los motores de búsqueda. Con la presión de los rankings y los KPI, es fácil olvidarlo, pero es un principio fundamental del SEO efectivo.